Afirmativo, "soy una mala madre".
Algunos os preguntareis por que he llegado a esa conclusión. Bien, por que no puedo ser como las otras madres; me es imposible vivir para mis hijos las veinticuatro horas del día.
Me duele dejar de escribir para jugar con ellos, me duele no poder ver una película por que en mi casa se ve el Canal Disney casi esas vienticuatro horas, me duele que sean egoísta, me duele que no se den cuenta del tiempo que pierdo por ellos cuando ellos no son capaces de recordar el lugar de la ropa sucia en casa. Me duele agacharme a recoger los zapatos del comedor y encima tener que escuchar sus reproches. Me duele que no sean capaces de darse cuenta de lo que puedo llegar a quererles aunque no quiera vivir para ellos si no con ellos.
No, no... ya se que ellos están en este mundo por que yo he querido y que ello implica que no pueda quejarme, bueno seguramente yo también fui a si con mi madre y los hijos de mis hijos sean también así con ellos.
No busco escusas, ni planteo quejarme ni dejar de quejarme, claro. Pero bueno no era ese el tema del que quería hablaros, yo quería hablaros de mi como madre y de otras madres.
¿Qué es lo que me hace pensar que soy una mala madre? pues las otras madres.
No puedo ser como ellas, no puedo rendirme ni puedo permitir seguir las normas de la sociedad como ellas hacen. Me revelo a dejar de ser yo misma para que mis hijos puedan seguir usando su egoísmo contra mi.
Me niego a ser madre y a dejar de ser Luz. Hay momentos en los que pienso que el resto de las madres están deseando ser citadas para una reunión en el colegio, y es que realmente esa reunión es para ellas algo importante.
Nos sentaremos todas en silla minúsculas alrededor del maestro y esperaremos ansiosas a que nos hablen de nuestros hijos.
Por supuesto cada una de nosotras tenemos el mejor hijo, eso no lo dudéis; ¿es tan difícil reconocer que vuestros hijos no son perfectos, que pueden llegar a tener algún defecto, por pequeño que sea? ¿Priva a una madre su amor el poder reconecer algún detalle malo de su hijo? ¿No pensáis que ver ese pequeño problema podría ayudarnos a solucionarlo, ayudar a vuestro hijo? No, no piensan, se ciegan al ver esa carita de ángel y se niegan a creer que pueda tener algo malo.
Esa es una de las razones por las que pienso que soy mala madre, mis hijos tienen defectos y muchos, mis hijos no son perfectos y lo veo, me doy cuenta de ello y los reconozco. Supongo que no debo quererles lo suficiente por que mi amor no me niega a la realidad. Pero bueno eso me facilitara que pueda ayudarles y corregirles esos defectos, por supuestos normales para la edad que tienen.
Sigamos en la reunión, ahora viene cuando el maestro nos comunica que próximamente habrá una excursión y que la salida sera a las ocho de la mañana y el regreso sobre las nueve de la noche.
Ahí es cuando ya se confirma que soy una mala madre de verdad; mi primer pensamiento.
"UffF!! un día sin ellos, para mi, para escribir, ver la tele, irme de compras, disfrutar de mi marido... y una oportunidad para ellos de descubrir algo nuevo, relacionarse y por supuesto disfrutar de ese día diferente."
Os aseguro que he llegado a sentirme una mierda de madre en esos momentos. Hay madres que pueden llegar a llorar por tener que que estar un día sin sus hijos, para ellas es impensable poder superar ese día y solo el hecho de pensarlo las martiriza e incluso algunas llegan a negarles a sus hijos la oportunidad de irse a la excursión para evitar que les pase algo.
Os lo dije soy una mala madre.
Hablamos de las actividades escolares, me temo que como empiece no acabe. El maestro en esa reunión nos dice a las madres lo días que tenemos que acudir al centro escolar para colaborar con las actividades. Nos cita de dos en dos y nos explica que debemos hacer o traer.
¡Vale! El mundo se para, un nerviosismo estraño embarga a las madres, una excitación (que debieran compartir con el marido y no con una actividad escolar) palpable culmina el estado de ansiedad que sienten por que llegue ese día, un día que recordaran en su mente eternamente.
Esta claro, sigo siendo mala madre pues es ese unos de los momentos en los que deseo que me trague la tierra.
Odio tener que ir al colegio, odio compartir con esas madres y odio ver como mi presencia en el colegio altera el comportamiento de mis hijos y siento que debería no invadir ese espacio que es suyo, de los niños.
Podría hablaros de mil cosas que hacen que me sienta mala madre, como no dejar a una niña de diez años que vea El Internado, o obligarla a irse a la cama a las diez y media de la noche para que duerma el tiempo necesario y pueda rendir en el colegio al día siguiente. Cuando eran más pequeños se iban a la cama a las nueve de la noche, fijaros lo mala madre que soy, que llegaron a decir que los metía tan pronto en la cama para deshacerme de ellos.
Ella son buenas madres, ellas quieren tanto a sus hijos que les permiten ver esas series de televisión tan instructivas para los niños (que por supuesto se emiten en horario no infantil, que por algo sera)quieren compartir todo su tiempo con sus hijos que les permiten estar hasta las doce o la una despiertos.
En cambio yo, egoistamente, me siento delante del ordenador, chateo, escribo, veo la tele... mientras obligo a mis hijos a permanecer en silencio en sus habitaciones. Lo dicho una mala madre.
No hablemos ya de la ropa; ¡si seré mala madre que obligo a mi mi hija de diez años a llevar ropa adecuada para su edad! cuando las otras madres permiten que lleven ropa de marca que las permite crecer tres o cuatros años en pocos segundos.
No quiero ser como ellas, no quiero ser buena madre, no quiero presumir de querer a mis hijos pues no se puede presumir de sentimientos, no necesito que las demás sepan que quiero a mis hijos. Lo que yo necesito es que mi hijo se acerque a mi y me diga "mama te quiero", entonces es cuando una lágrima recorre mi mejilla. Sabéis una cosa creo que no soy tan mala madre por que mis hijos me quieren y me lo dicen. Bueno también dicen que soy una bruja y mi hija me odia por que no la dejo ver la tele o por que no permito que salga a la calle disfrazada de mujer, mi hijo cree que soy adivina por que siempre le digo lo que le va a pasar y por supuesto también me odia por que no le dejo encender cerillas, atar al perro y yo que se mil cosas adecuadas a su edad, la de siete años.
El odio ese que siente por mi, por su madre, ese odio es el que me demuestra que me quieren y es el que demuestra que no soy mala madre por que yo odie a mis padres en mi momento y ahora se que soy lo que soy por lo que ellos hicieron por mi y se que les quiero con locura, igual que mis hijos me quieren a mi.
Seguiré así, siendo mala madre, no viviré para ellos, viviré con ellos y les enseñare que no son perfectos y que cada etapa de su vida es para vivirla. Mi hija tiene diez años edad para jugar con muñecas y querer ser princesa, mi hijo tiene siete años la edad adecuada para que te llamen del colé y te digan que se a caído y se ha hecho una brecha, luego tengo dos adolescentes de 17 años pero ese es un tema que hoy no voy a tocar.
Creo que muchas madres deberían unirse a mi CLUB DE MALAS MADRES, por el bien de sus hijos.
Cristal